El proscenio es un elemento arquitectónico de los teatros, cuya principal característica reside en un arco sobre la boca del escenario, a través del cual la audiencia ve a los intérpretes o actores. La audiencia se enfrenta directamente al escenario, el que típicamente se encuentra más elevado que la primera fila.
Este diseño fue por mucho el más común en occidente para las salas de teatro en los siglos XVIII, XIX y XX. El escenario principal es el espacio detrás del proscenio, a menudo delimitado por un telón, que puede ser abierto o cerrado.
Traducido al lenguaje coloquial, si nos encontrásemos sentados en patio de butacas con el escenario delante, el marco que vemos alrededor del escenario, y justo antes del telón es el proscenio.
En la definición os he dicho que la audiencia se enfrenta directamente al escenario, diciendo con eso que están ambos encarados, pero lo que hacen no es enfrentarse, sino pasar emociones como si de miradas se tratara, porque lo mismo que escuchamos desde la butaca al actor, este nos escucha si hacemos comentarios o tenemos la garganta enferma. Lo cuál es bueno por un lado, ya que transmite energía al actor, ese punto de adrenalina por el público, pero puede ser peligroso, si se distrae por algo que llame su atención demasiado entre el público.
Este diseño fue por mucho el más común en occidente para las salas de teatro en los siglos XVIII, XIX y XX. El escenario principal es el espacio detrás del proscenio, a menudo delimitado por un telón, que puede ser abierto o cerrado.
Traducido al lenguaje coloquial, si nos encontrásemos sentados en patio de butacas con el escenario delante, el marco que vemos alrededor del escenario, y justo antes del telón es el proscenio.
En la definición os he dicho que la audiencia se enfrenta directamente al escenario, diciendo con eso que están ambos encarados, pero lo que hacen no es enfrentarse, sino pasar emociones como si de miradas se tratara, porque lo mismo que escuchamos desde la butaca al actor, este nos escucha si hacemos comentarios o tenemos la garganta enferma. Lo cuál es bueno por un lado, ya que transmite energía al actor, ese punto de adrenalina por el público, pero puede ser peligroso, si se distrae por algo que llame su atención demasiado entre el público.
Rodrigo Domínguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario