Juan se levanta por las mañanas tomando leche con cacao, oro marrón donde los haya. Camina hacia el tranvía esquivando voluntarios en calle Sierpes o en Plaza Nueva. Un día es Amnistía Internacional, otro día es la Asociación Española Contra el Cáncer, UNICEF, Intermon... No tengo tiempo para consignas, no tengo dinero para causas benéficas. Los cinco euros que te gastas en una copa un fin de semana es lo que te cuesta la cuota de socio. Yo no salgo los fines de semana... no bebo copas... no tengo dinero...
Podría ser. Pero Juan dejó pasar Bolonia delante de sus narices sin intentar saber qué era. Juan quiere un coche, una moto bonita, quiere Internet en su casa. Quiere salir e invitar a sus amigos a cervezas.Quiere una casa, sobre todo, quiere una casa. Quiere pasarse X años atado a una hipoteca y esclavizado de su trabajo.
Ana desea ayudar. Sale de la facultad y se va a pedir firmas. Se salta clases para ir a las asambleas. El verano pasado estuvo en Calcuta y ahora, valora tantas cosas... Vive de sobra. Tiene Internet y casa heredada. Y el coche se lo regalaron sus padres.
Juan sólo quiere integrarse y ser normal, aunque renuncie con ello al derecho a la protesta.
Rocío Bueno
4 comentarios:
Ayh Manolo : )
La Carmen es un puntazo.
Qué bueno el tío del flamenco.
estimado señor anónimo, muchas gracias por sus palabras!
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